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El apellido Onassis es sinónimo de dinero, mucho dinero. Gracias a la visión de negocio de Aristóteles Onassis, el griego que hizo fortuna en Argentina primero con el tabaco, después con la industria naviera e inmobiliaria, la fortuna familiar pasó a ser una de las más prominentes del mundo. Ahora, en 2011, Olga Onassis, anciana tía abuela de Athina Onassis, heredera de la fortuna, vive en precaria condición.
Como revela el periódico alemán Daily Mail, Olga, quien quedó viuda en 1975; perdió en 2004 una asignación de seis mil 500 euros anuales que recibía por parte de su sobrina nieta, quien debió tomar esta decisión ante problemas legales que casi la dejan sin fortuna, donde estuvieron involucrados las personas que administraron su fortuna cuando era solo una niña, así como conocidos de su familia.
"No recibo nada de la familia. Sobrevivo sólo con una pensión que ahora han recortado a 300 euros al mes por la crisis. No puedo creer lo que le ha pasado a mi país", indicó Olga, de 90 años.
La mujer fue encontrada por el rotativo cuando se encontraba dentro de un comedor para pobres en Atenas, capital griega. Ella, luego de abastecerse con alimentos, se dirigió a una montaña de basura para buscar algo que le pueda servir.
Hoy en día su sobrina, a quien ha buscó cuando perdió su asignación, vive en Brasil junto a su marido, el jinete Álvaro Miranda, con quien comparte una casa de mil metros cuadrados adquirida por 6.2 millones de euros en 2003.
Como revela el periódico alemán Daily Mail, Olga, quien quedó viuda en 1975; perdió en 2004 una asignación de seis mil 500 euros anuales que recibía por parte de su sobrina nieta, quien debió tomar esta decisión ante problemas legales que casi la dejan sin fortuna, donde estuvieron involucrados las personas que administraron su fortuna cuando era solo una niña, así como conocidos de su familia.
"No recibo nada de la familia. Sobrevivo sólo con una pensión que ahora han recortado a 300 euros al mes por la crisis. No puedo creer lo que le ha pasado a mi país", indicó Olga, de 90 años.
La mujer fue encontrada por el rotativo cuando se encontraba dentro de un comedor para pobres en Atenas, capital griega. Ella, luego de abastecerse con alimentos, se dirigió a una montaña de basura para buscar algo que le pueda servir.
Hoy en día su sobrina, a quien ha buscó cuando perdió su asignación, vive en Brasil junto a su marido, el jinete Álvaro Miranda, con quien comparte una casa de mil metros cuadrados adquirida por 6.2 millones de euros en 2003.
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